Synopsis

El frío y la nieve campan a sus anchas buena parte del año en los Pirineos. Los árboles lucen el manto blanco, las laderas y crestas cargan con el peso de la nieve mientras el viento arranca virutas heladas aquí y allá. Mermará su intensidad durante la breve primavera. Es tiempo de pastos frescos para el ganado, mientras otros animales asoman al exterior sus rostros dormidos, si abandonar aún el letargo invernal. Con el verano las flores ponen la nota de color, los lagos lanzan destellos brillantes, la roca, ahora desnuda, se calienta mientras que en los bosques, vestidos de miles de tonos verdes, la sombra da cobijo al montañero. Cuando la primera hoja cae y las horas de luz decrecen, el otoño anuncia su llegada. La vida cambia, se amolda, ralentiza su ritmo dispuesta a dormir, de nuevo, bajo el peso del invierno. Todos esos escenarios ha captado el fotógrafo madrileño Juanjo Sierra en sus fabulosas fotografías para el calendario 2023, un trocito de los Pirineos en nuestro hogar.